¿POR QUÉ BAJA CALIFORNIA EN 1989?
El centro-izquierdista Guiliano Pisapia ganó al derechista Silvio
Berlusconi y cambia el mapa político de Italia – Casi 20 millones de peruanos
decidirán este domingo si su país continúa en el statu quo de los últimos
años o si vira hacia el bloque izquierdista de países como Cuba, Nicaragua,
Ecuador, Venezuela y Bolivia -- ¿Por qué, después de La Caída del Sistema, Baja California en 1989 fue la primera concesión del PRI al PAN?
Javier Rodríguez Lozano
REVOLCADA A BERLUSCONI
Guiliano Pisapia, de centro izquierda, ganó por 11 puntos en Milán, a Silvio Berlusconi y a la derecha que gobernaba desde 1994, en un lance electoral considerado como histórico.
La onda expansiva del tsunami de la esperanza y rechazo al actual modelo viajó de norte a sur, y los candidatos de Berlusconi sucumbieron en Nápoles por 30 puntos, Cagliari 20, y Trieste e incluso Novara, un feudo histórico de la Liga del Norte, que retrocede en toda la llanura padana.
Los medios dieron cuenta este fin de semana de la fiesta naranja que en las calles de Milán, que fue una explosión de euforia y emoción. Pese a los buenos resultados del primer turno, muchos milaneses dudaban que fuera posible derrotar a Berlusconi en casa. Desde 2006, el magnate y político no perdía una contienda electoral. Nada más cerrar las urnas, miles de personas, la mayoría jóvenes y mujeres, ocuparon la plaza del Duomo con banderas, globos y camisetas naranjas; y unas 800 personas llegaron hasta el teatro Puccini para recibir al nuevo alcalde, Giuliano Pisapia.
El País relata que Emanuele Vitali, de 20 años, milanés, daba saltos de alegría en la puerta del teatro junto a dos amigos: "Es un viento nuevo para la ciudad y para el país", decía. "Es aire limpio para respirar, es el futuro. Aquí nació el berlusconismo y aquí tenía que morir. Pasó con Mussolini y ha pasado con él también". Su amigo Riccardo Brezza, también de 20 años y también estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Milán, coincidía en que la derrota de Letizia Moratti era sobre todo un mensaje de su ciudad al primer ministro: "Quiso ser el candidato y ha perdido. Ahora debe irse a casa. Dígaselo a los españoles, hay una enorme masa de italianos que no quiere a Berlusconi".
Los analistas dicen que la victoria del abogado penalista de 62 años, más que una conquista de una parte política sobre otra, se puede leer como una cuestión de estilo y de principios. Moratti perdió 75 mil votos respecto a 2006. Muchos son ciudadanos indignados con la propaganda, la chabacanería y la mala política. Pisapia partió de la nada con una lista cívica apoyada por Izquierda, Ecología y Libertad (SEL), el partidito de Nichi Vendola (gobernador de Apulia, sur del país); ganó las primarias al candidato oficial del Partido Democrático, y este domingo mejoró siete puntos su hazaña del primer turno: 55,1% frente al 44,9% de Letizia Moratti”.
KEIKO TRAS LA CASA DE PIZARRO
La disyuntiva de Perú y los peruanos, en manos de casi 20 millones de electores, se conocerá en las últimas horas del próximo domingo cuando se haya realizado la segunda vuelta: Si votan por Keiko Fujimori lo harían por el menos malo de la contienda o, dicho de otro modo, por el “más vale malo por conocido, que bueno por conocer”; y si lo hicieren por Ollanta Humala, estarían redireccionando al país hacia el bloque socialista que integran en América Latina Cuba, Ecuador, Venezuela, Ecuador y Bolivia, lo que ya fue impedido en el proceso anterior en que Alán García se levantara de una primera vuelta ganada por Humala. La Sucesión Presidencial cree que Keiko ganará la elección pero no compartirá lo mal que gobernará, por un pasado político familiar que como grillete al pie le entorpece el paso.
La política es así de incomprensible y por eso la inteligencia popular le rehuye, pero Keiko está lista para ganar la presidencia peruana con el mismo apoyo que tuviera su padre Alberto Fujimori en 1990 para vencer al bloque conservador encabezado por el escritor Mario Vargas Llosa: el del presidente Alán García. Alberto Fujimori abanderó causas populares a las que traicionó 10 años después al embolsarse más de 600 millones de dólares de los cuales sólo devolvió 160 millones, pero ha sido condenado a 25 años de prisión.
Un aparente empate técnico entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala es la nota prevaleciente en las elecciones de Perú, donde la semana decisiva de la campaña presidencial peruana comenzó el domingo con un debate caracterizado por la abundancia de ataques y la escasez de respuestas de ambos lados.
Dan cuenta los medios que tanto Fujimori como Humala optaron por exponer sus planes y enfatizar los puntos débiles del rival, pero sin polemizar ni responder las preguntas que sucesivamente se plantearon, obligados por un formato con el que al parecer no se sentían del todo a gusto. Queda claro que la oratoria y la polémica no son puntos fuertes para ninguno de los dos. El resultado fue una confrontación con pocos picos emotivos y sin intervenciones decisivas. Las sonrisas petrificadas de los contendientes en el saludo al final del encuentro describen, más allá de la cortesía, la incomodidad de dos personajes situados en las antípodas, que han polarizado en grado sumo la política en el país.
Consecuencia de esa polarización -que puede notarse todos los días en las calles, donde no es raro encontrar gente increpándose por su voto, incluso a gritos- fue también la ausencia de un consenso aunque sea limitado sobre quién fue el ganador del debate en los comentarios posteriores al mismo. "Ollanta fue más sustantivo en la exposición de su plan, pero Keiko estuvo mejor en términos de performance", señaló el psicoanalista Jorge Bruce, entrevistado por un canal de televisión.
¿POR QUÉ BAJA CALIFORNIA EN 1989?
En la auscultación interna que hallara al candidato “idóneo para perder” en Baja California, Luis Donaldo Colosio Murrieta preguntó a su amigo Ernesto Zedillo Ponce de León qué opinión tenía de su ex condiscípula en la escuela secundaria 18 de Marzo de Mexicali, Margarita Ortega Villa, quiera entonces era senadora.
Baja California no desentonaba nada en torno al resto del mosaico nacional predominantemente priísta en aquellos años. En las elecciones de 1983 el PRI obtuvo la gubernatura y tres de los cuatro municipios (Tijuana, Mexicali y Tecate) y perdió en Ensenada con David Ojeda, candidato del PST, quien tres años más tarde, en 1986, entregaría el ayuntamiento a Ernesto Ruffo Appel por el PAN. A pesar de la alta votación priísta, puede decirse que a partir de 1983 primero con David Ojeda y 1986 con Ruffo, Baja California empezaba a pintarse de azul y era muy propicio empezar por ahí la transición.
Aunque en 1983 registra el PRI su primer municipio perdido en Baja California –Ensenada, con David Ojeda del PST— gana su candidato Xicoténcatl Leyva Mortera, pero su gobierno fue muy controvertido y cuestionado por promover el crecimiento acelerado y sin orden de muchas zonas que convirtieron a las ciudades fronterizas en grandes urbes sin planeación.
Los bajacalifornianos, impactados por las visitas de Cuauhtémoc Cárdenas, se volcaron en las urnas en su favor. No puede decirse que esto molestó al PRI porque la pérdida de votos fue generalizada en todo el país, sin embargo, se empezó a presionar a Xico, como le decían, hasta que el 5 de enero de 1989 fuera obligado a renunciar y a dejar en su lugar de interino a Oscar Baylón Chacón.
El 24 de julio de 2010, el periodista de Panorama de Baja California, Felizardo Bojórquez, difunde una entrevista con Xicoténcatl Leyva Mortera, y le pregunta: “¿Dónde y en qué momento se fragua la derrota del PRI en Baja California?”, a lo que el defenestrado ex gobernador responde:
“Es evidente que la derrota del PRI a mi juicio, y asumo mi responsabilidad por lo que digo, tiene su origen en las concertacesiones* posteriores a la elección de 1988 (léase, El Pacto de La Caída del Sistema) en las que personajes de la cúpula panista traicionan el pacto que habían establecido con Cuauhtémoc Cárdenas, y proceden a validar el triunfo de Carlos Salinas de Gortari, todo esto en una clara negociación relacionada con los eventos políticos inmediatos a llevarse a cabo en algunos estados del país. Esto trae la remoción de algunos gobernadores electos por el pueblo, aparejados con campañas de desprestigio, situación que preparó el terreno y por consecuencia abrió las puertas a la llegada del PAN. Caso específico, el de Baja California”.
*) El término “concertacesiones” lo acuñó el columnista de Pulso Político en El Universal, Francisco Cárdenas Cruz.
Sigue diciendo Leyva Mortera:
“Se dieron casos de gobernadores que fueron invitados a separarse del mandato constitucional, y en mi caso personal, fui invitado a solicitar licencia para integrarme a una nueva encomienda en el extranjero. Debo admitir que resulta muy difícil para cualquier político decirle que no a un Presidente de la República. Citemos el caso, por ejemplo, de Fausto Zapata en San Luis Potosí, quien fue separado seis días de su gestión para ocupar un puesto menor; en Guanajuato, el de Ramón Aguirre, cuyo triunfo fue invalidado para dar paso a un gobernador emergente. A todo esto el pueblo y los periodistas le llamaron concertacesión. Entonces, pues, no estoy hablando de nada nuevo, no estoy descubriendo nada”.
Se ha escrito mucho acerca de las victorias del PAN en Baja California, porque los electores estaban hartos de la mapachería del PRI, lo cierto es que los resultados electorales se deciden por escenarios inocultables, como ocurrió en aquel entonces en Baja California y como está ocurriendo en estos momentos de 2011 en el estado de México.
Por ejemplo, perder el mismo municipio como el de Ensenada en dos elecciones consecutivas no quería decir que podía perderse el estado. Los comicios de 1986 dieron al PRI 202 mil 374 votos contra 121 mil 138 del PAN, y tres años más tarde se voltearon radicalmente para contabilizar 204 mil 120 para Ruffo por 162 mil 941 sufragios para Margarita Ortega Villa. Es decir, no era creíble, aunque La Caída del Sistema, o el fantasma del fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas avalaba ese escenario.
A unos días de las elecciones, sorpresiva y contradictoriamente Colosio ordenó a los operadores electorales de su partido retirarse de inmediato de sus puestos en Baja California, ante el desconcierto general, por ejemplo, el de la jalisciense Sofía Valencia Abundis, quien hace cuatro años platicara a quien esto escribe el enorme drama que significara para ella y los demás operadores abandonar a su suerte a la candidata Margarita Ortega.
“FUI SACRIFICADA”: MARGARITA ORTEGA
La periodista Colilá Eguía Molleda escribió un libro sobre Margarita Ortega Villa y dice en él que a su juicio, la senadora “fue sacrificada por el sistema político mexicano, para dar paso a la alternancia en el ejercicio de gobierno en México”.
El 7 de febrero de 2007, muchos años después, presentó su libro en el que recordó que Ortega Villa llegó a la diputación local a los 23 años, y arribó al Senado para luego ser postulada candidata al gobierno de Baja California.
Dijo Eguía Molleda que durante cuatro años de la elección fallida, Margarita mantuvo inquebrantable lealtad al sistema político que la sacrificó para entregar el poder, pero terminó rompiendo el silencio.
Comentó la periodista que en privado, sin autorizarle su divulgación en una entrevista que le hiciera en 1993, Margarita Ortega habría admitido que su derrota fue inducida desde los más altos círculos del poder en México, como parte de compromisos que se hicieron a consecuencia de la "debilidad" con la que arribó Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia de la República, cuyo triunfo electoral fue atribuido a un gigantesco fraude y quien, para legitimarse en la posición, habría pactado con el Partido Acción Nacional para dar paso a la alternancia.
Remata Colilá Eguía Molleda: “El primer paso concreto habría sido la entrega de la gubernatura de Baja California”. Durante la presentación del libro La entrega del poder, como comentaristas intervinieron el politólogo Leopoldo Martínez Herrera, y la periodista Martha Eugenia Dávila, ésta última también -como la autora del libro- con la vivencia de la cobertura total de la campaña de Margarita Ortega.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS…
Fue así como, ante el éxodo no sólo de los operadores electorales priístas, sino también de los electores de ese partido, los comicios de 1989 significaron los más altos índices de abstencionismo, por ejemplo en Ensenada, donde el PRI había perdido los dos últimos procesos municipales, se abstuvo en un 65.2 por ciento; y en la elección de Ruffo el abstencionismo fue de 52.6 por ciento.
Ocurrió en aquel 1989 en Baja California exactamente lo contrario a lo que está pasando en estos momentos en el estado de México, donde el coordinador de la campaña del priísta Eruviel Ávila, el diputado Luis Videgaray, ha recibido a verdaderos contingentes y ejércitos de operadores electorales de los 18 estados del país, además del mexiquense, gobernados por el PRI.
Ellos son: Aguascalientes (2010-2016), Chihuahua (2010-2016), Zacatecas (2010-2016), Tlaxcala (2010-2016), Durango (2010-2016), Veracruz (2010-2016), Hidalgo (2010-2016), Yucatán (2007-2013), Tamaulipas (2010-2016), Tabasco (2007-2013), Nayarit (2011), Coahuila (2011), Colima (2009-2015), Nuevo León (2009-2015), Querétaro (2009-2015), San Luis Potosí (2009-2015), Campeche (2009-2015) y Quintana roo(2010-2016).
Ayer jueves, el dirigente del PRI en Querétaro, Braulio Guerra Urbiola, anunció que entre 60 y 100 operadores políticos de esa entidad apoyarán al tricolor en los municipios de Toluca, Naucalpan y Metepec. Una delegación será permanente y otra estará integrada por militantes que sólo colaborarán en sus días libres.
Las próximas elecciones para elegir gobernador en Baja California serán un año después de La Sucesión Presidencial de 2012.
Durante los últimos comicios desde 1989, el PAN ha refrendado su triunfo en 1995 con Héctor Terán, 2001 con Eugenio Elorduy Walther, con la ayuda del Partido Verde Ecologista de México y 2007, con José Guadalupe Osuna Millán, con el apoyo del partido de Elba Esther Gordillo Morales. Para 2013 se cree que el PRI contará con el apoyo del PANAL y el PVEM, con lo que –contrario a lo que opinan políticos como Otto Granados Roldán, en el sentido de que el magisterio electoral no puede decidir elecciones—Baja California, a tono con el resultado de la Sucesión Presidencial de 2012, podrá volver a ser priísta.
Luego siguieron las elecciones de 1991 y 1994 donde serían sacrificados otros como en Guanajuato, Ramón Aguirre Velázquez; en San Luis Potosí, Fausto Zapata Loredo; en Aguascalientes, Héctor Hugo Olivares Ventura; en Jalisco, Eugenio Ruiz Orozco, entre otros.
Esto ha sido la raíz del nuevo sistema político mexicano surgido en 1988 y modificado, aunque no esencialmente, en el 2000. La inversión (de invertir, poner al revés) de los escenarios actuales indica el camino que lleva, aunque ahora nos ocurre a los mexicanos algo curioso que nos acaba de venir a enseñar el periodista Jorge Ramos, luego de entrevistar a los principales aspirantes en esta Sucesión Presidencial... Que “cuando nos sabíamos todas las respuestas, nos cambiaron todas las preguntas”, pues él no ve en ninguno de ellos al líder capaz de resolver el embrollo mexicano del momento. ¿Usted qué cree?
jrl
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