Reportaje

SUCESIÓN PRESIDENCIAL NO ARRIESGARÁ

OTRA VEZ EL FUTURO AGUASCALENTENSE

· Santa Ana iba a Texas y pasó por aquí

· Al año siguiente lo apaleó Sam Houston

· Y le fue peor que al Tigre de Santa Julia

Por Javier Rodríguez Lozano

(2ª de 5 partes)

EL BESO

Sirva esta entrada (la del capítulo anterior) para dar espacio a una de las anécdotas que más han disfrutado las distintas generaciones de acalitenses desde que se generó en 1835. En este pintoresco tema no hay mucha bibliografía, por lo menos, conocida por este redactor. Me refiero a los labios pintados en el escudo del estado que simbolizan el beso de una mujer al general Antonio López de Santa Anna y que diera origen a la creación del Estado Libre y Soberano de Aguascalientes.

Cuentan que la dama en cuestión, hermosa como lo es la mujer aguascalentense, se llamó Luisa Gonzaga Tomasa Fernández de Villa Larrañaga, esposa del alcalde de la Villa de Santa María de la Asunción de las Aguascalientes, don Pedro José García Rojas.

La leyenda dice que corría el año de 1835 y El Generalísimo se dirigía a Texas (después de que cinco años atrás sus cinco mil soldados habían arrasado a los 170 defensores del fuerte de El Álamo). Al pasar por Aguascalientes el alcalde García Rojas le ofreció en su casa una fastuosa fiesta.

Para nadie era un secreto la debilidad del militar por la belleza femenina, como ha sido en el hombre al través de su historia. Menelao, al estar frente a su bella esposa Elena (la de Troya, aquella belleza incomparable narrada en el poema de Homero) raptada por París, el hijo de Príamo, es un monumento a esa vulnerabilidad.

La piel blanca como la leche, ojos claros que miraban con fingido arrepentimiento, voluptuoso cuerpo y alegría acalitense sinfín, cautivaron al rudo general. Santa Anna quien invitó a bailar a doña Luisa. Ésta, luego de agradecerle su paso por Aguascalientes y consciente de lo que puede producir el encuentro del agua y el aceite, o de aquel dicho que dice que: “La mujer es gasolina y el hombre estopa… Llega el diablo y le sopla”, acercándosele al oído –como Fouchet a Robespierre y a Luis XV, Obregón a Calles y a Villa, y Salinas a Colosio y a Manuel Camacho Solís— le susurró que ella sería capaz de cualquier cosa si le concedía la soberanía a Aguascalientes y la gubernatura a su esposo. Él le contestó que por un beso suyo sería capaz de eso y más.

Sobre esta hipótesis no hay acuerdo de los historiadores locales, lo cierto es que el run run de la época dice que la bella mujer paró abruptamente la música, alzó los brazos y solicitó la atención de los presentes –la crema y nata de la sociedad de entonces— y anunció en voz alta que le daría un beso al general Santa Anna, a cambio de que él separara a Aguascalientes de Zacatecas. Fue aclamada jubilosamente por la concurrencia.

Aunque nacida jalisciense (en la jurisdicción de Lagos) la Real Audiencia de Guadalajara, capital de una Nueva Galicia que entonces se extendía hasta lo que hoy es San Francisco, California, se había desentendido de la Villa de la Ascensión de las Aguascalientes (su nombre original plasmado en una cédula real que alguien se robó y que ya diremos quién es) y dejó que la inercia la hiciera zacatecana. Aquello estaba a punto de cambiar.

El general Francisco García Salinas era gobernador de Zacatecas. Con Texas (que estaba en la mira de Estados Unidos y al año siguiente se separaría de México) y Yucatán, se habían proclamado contrarios al sistema centralista del presidente Santa Anna, quien dejaría interinamente en la Presidencia al potosino Miguel Barragán, mientras él se embarcaba a la campaña que sería su Waterloo: la Batalla de San Jacinto de 1836, un año después de haber besado a doña Luisa en Aguascalientes. Y allá las huestes de Sam Houston lo agarraron peor que al Tigre de Santa Julia: ¡Dormido! 700 estadunidenses masacraron a sus dos mil amodorrados soldados.

LOS GOBERNADORES

Frívolo pero cumplidor, El Generalísimo decretó el 23 de marzo de 1835 la soberanía de Aguascalientes. La separación de Zacatecas ocurrió el 30 de diciembre de 1836 y el 16 de junio de 1856 se proclamó estado de la Unión.

Pero antes, luego de la derrota en la también llamada Batalla de la Siesta, se supo que uno de sus amores, la mulata Emily Morgan, “La Flor Amarilla”, había ayudado a las tropas estadunidenses poniéndose al servicio de Houston, el verdugo de Santa Anna, por lo que sería inmortalizada en el Himno de Texas.

Al primero y efímero gobierno del esposo de la bella Luisa Gonzaga Tomasa le siguieron otros gobernadores: Los números 2 de Nicolás Condell y 3 de Francisco Flores Alatorre, con más pena que gloria. El 4) Mariano Chico Navarro, guanajuatense (1796-1846) quien gobernó interinamente de 1843 a 1844. En aquel tiempo el general López de Santa Anna regresaba a uno de sus 11 periodos como presidente de México.

Siguieron 5) Felipe Nieto y del Portillo, empresario termopolitano. Dice información oficial que sustituyó provisionalmente a Chico Navarro y evitó que Condell regresara a la gubernatura, y también la quiebra financiera del gobierno; 6) Felipe Cosío sustituiría a Nieto (1846-1848) y con el apoyo del Congreso local impediría que Aguascalientes fuera anexada nuevamente a Zacatecas. Promovió el apoyo de otras entidades a la autonomía aguascalentense. Cosió lidió con dos intervenciones armadas: la estadunidense del 1947, aquella donde surgirían los Niños Héroes del Castillo de Chapultepec, y la zacatecana.

7) José Cirilo Gómez Anaya, jalisciense (1780-1861) fue secretario del último de los 64 virreyes, Juan O’Donojú (el primero de los cuales había sido Antonio de Mendoza en 1535, al sustituir al Justicia Mayor desde 1521 de la Nueva España, Hernán Cortés) y también del Congreso Constituyente. Gobernó de 1853 a 1855.

Mañana seguimos con el octavo gobernador de Aguascalientes y los demás. Hasta entonces.

TURISMO Y CONTINGENCIA

En lo que pareciera algo insolito el presidente Municipal de Jose Maria Morelos de Q.Roo, Domingo Flota, fue sorprendido en París durante la contingencia del huracán “Rina”. Según da a conocer la radio oficial del Gobierno del Estado,enfoque Radio el Edil, de extracción perredista, se fue de viaje el lunes, cuando había alerta naranja en el estado. El Edil fue…

LA CIUDAD MÁS VIOLENTA

Los últimos tres años, Ciudad Juárez ocupó el primer lugar en la lista de las 50 ciudades más violentas del mundo. Sin embargo este año, otra zona de México desbancó a la ciudad fronteriza y encendió los focos rojos por el alto índice de inseguridad: Acapulco. De acuerdo con el presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, José Antonio…

EL SEXO HACE OLVIDAR

Te ha pasado que después de una sesión de sexo, olvidas las cosas. No hablas del teléfono o de llamar a tu amante, sino de otros datos cualesquiera. Bueno, ya tienes una gran excusa, según estudios el sexo puede provocar amnesia.

Aseguran que el problema es tan grave que la persona puede olvidar quién es, dónde está y hasta con quién está compartiendo ese momento íntimo. Esto, de acuerdo con un artículo publicado en el Journal of Emergency Medicine que trata el tema de la amnesia global transitoria, una condición que hace que la memoria de una persona desaparezca temporalmente.

ESTADOS, CONTRA TWITTEROS

En un foro organizado por el Senado se dijo que 16 entidades intentan legislar para crear figuras en sus códigos penales, a fin de sancionar conductas de usuarios de las redes sociales.

Al inaugurar los trabajos del foro “El papel de Internet en un contexto de violencia”, el senador perredista Francisco Javier Castellón resaltó la importancia que tienen las redes ante la ausencia de cobertura informativa, derivada de amenazas y problemas de criminalidad.

La conclusión del foro en el Senado, dijo, es que no se pueden regular las redes sociales y, por el contrario, se deben abrir espacios a los ciudadanos, mientras que las autoridades deben comunicarse con la sociedad por estos medios, como ya ocurre con Reynosa.