domingo, 1 de enero de 2012

QUIEREN ENFERMAR A PEÑA NIETO


·         Nadie leía mejor la política que don Fidel Velázquez
·         Su olfato destapó a ocho candidatos presidenciales
·         Preferencias de los periódicos en México y el mundo
·         Cabalga de nuevo el estridente ‘¡no se hagan bolas!’

Javier Rodríguez Lozano

Desde Fidel Velázquez Sánchez (1900-1997) no hubo ni ha habido en México un lector o lectora expertos en las señales del sistema político mexicano, discreto y a veces no tanto, “deporte” favorito nuestro.
Es muy parecido al no menos socorrido de la envidia, que bien describiera el autor de Las buenas conciencias al único entrevistador que lo ha hecho hablar a fondo, el defenestrado periodista James R. Fortson, en sus Perspectivas mexicanas desde París, un diálogo con Carlos Fuentes (1973).
Así lo dijo en su prólogo Gustavo Sainz, también autor de Las novelas clandestinas, una de las cuales es Ojalá te mueras, del coculense Rafael Arles Ramírez (1912-1969), inolvidable maestro de quien esto escribe y gran amigo de Esperanza López Mateos (quien se suicidara siete años antes de que su hermano llegara a la Presidencia de la República) traductora y representante del enigma, autor de Canasta de cuentos mexicanos, llamado Bruno B. Traven (1882-1969), y del laureado poeta chiapaneco Roberto López Moreno, a quien envío un fuerte abrazo.
Muchas vidas en unas cuantas líneas.
El viejo ex líder lechero nacido en la mexiquense Villa Nicolás Romero, que se convirtiera en el más importante referente del sindicalismo en México al frente de la poderosísima Confederación de Trabajadores de México (CTM), poseía un finísimo olfato para esto de La Sucesión Presidencial, que nadie igualaba y tampoco nadie ha superado.

EL SUPREMO ARTE DE LA GUERRA
¿Recuerda Usted que sabe de política, que el ignorado libro de cabecera de Luis Donaldo Colosio, pero no por Maquiavelo, El arte de la guerra de Sun Tzu, postula algo así como “El supremo arte de la guerra es conocer los planes del enemigo y adelantársele”?
Aquella cyrana nariz de don Fidel le permitió adelantarse a todos y destapar a ocho candidatos presidenciales del partido en el poder desde 1929 y hasta 1964, dejando en el camino a verdaderos dinosaurios, como:
--El propio José Vasconcelos frente a 1) Álvaro Obregón - 2) Pascual Ortiz Rubio, en el primero de los muchos grandes fraudes electorales, el de 1929; Manuel Pérez Treviño y Carlos Riva Palacio, candidatos de Calles y a quienes 3) Lázaro Cárdenas les aplicó “el supremo arte de la guerra”: se les adelantó en 1934; Francisco J. Mújica y Juan Andrew Almazán, vencidos por 4) Manuel Ávila Camacho en 1940; Ezequiel Padilla, que perdió frente a 5) Miguel Alemán en 1946; Fernando Casas Alemán, desplazado por 6) Adolfo Ruiz Cortines en 1952, debido al ímpetu reeleccionista de Alemán que pensó que por viejo lo relevaría pronto; en 1958, el enjundioso orador en la campaña vasconcelista y coordinador de la campaña presidencial de Ruiz Cortines, 7) Adolfo López Mateos, dejó en el camino a Ángel Carvajal, Gilberto Flores Muñoz (por cuyo homicidio su nieto Gilberto Flores Alavéz estuvo injustamente preso 12 años: “Fue un crimen de Estado” el de sus abuelos, dice) y el primer candidato presidencial del PAN, el entonces joven chihuahuense Luis Héctor Álvarez, quien con Diego Fernández de Ceballos y Carlos Castillo Peraza (+) conoce el secreto de “la caída del sistema” en 1988; y Antonio Ortiz Mena, Donato Miranda Fonseca, Alfredo del Mazo Vélez y José Álvarez Amézquita, dejados atrás por 8) Gustavo Díaz Ordaz en 1964.
A Luis Echeverría lo destapó por la libre, sin el consentimiento ni del Presidente ni del PRI, el aguascalentense  Augusto Gómez Villanueva (1970), quien a pesar de colgarse en su pecho todas las medallas políticas de la época, nunca pudo ceñirse la de gobernador de su estado. Ahí empezó a debilitarse el partido de la Revolución hasta llegar al éxtasis de su agonía en el 2000, y de cuya terapia intensiva pronto será dado de alta, el próximo domingo 1 de julio de 2012.
Don Fidel supo muy bien, con más de tres años de anticipación (murió en 1997) que el PRI perdería la Presidencia de la República a manos del PAN en el 2000, y ni Leonardo Rodríguez Alcaine (1919-2005) ni Joaquín Gamboa Pascoe, sus sucesores, respetaron su voluntad política. Hablaremos de este testamento político incumplido en otro momento.

EL ANÁLISIS POLÍTICO
Hacer análisis político sólo es posible si se cuenta con probada experiencia. Es decir, enfocar los escenarios a terrenos que al final del camino resulten de certidumbre, de hechos; de lo contrario, no son análisis, es especulación, y esto cualquiera lo hace.
Por ejemplo, aquellos análisis de Álvaro Delgado que le permitieron a México conocer la existencia de El Yunque, algo que ni el hoy gober piadoso Emilio González Márquez pudo desmentir, a pesar de su iracunda protesta cuando en 2004, en la Universidad de Guadalajara, el compañero periodista y entrañable amigo presentaba su libro.
En los últimos días del año viejo de 2011, un análisis en la revista Proceso nos viene decir que Enrique Peña Nieto “puede ser enfermado y sustituido por Manlio Fabio Beltrones”.
El artículo titulado Nerviosismo en el PRI, análisis de Jesusa Cervantes, 23 diciembre 2011, dice que “los desaciertos políticos de Enrique Peña Nieto, a partir del error que cometió en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde fue incapaz de mencionar tres libros hubieran marcado su vida, han puesto en aprietos al PRI, que antes de ello, aseguraba por todos los medios que la Presidencia de la República volvería a estar bajo su mando”.
Y asegura que desde entonces perdió 10 puntos en encuestas internas, mismas que nadie conoce.
Agrega en otra parte del texto: “Y si a todo ello se suman su incapacidad política, las críticas de la clase política, las dudas de los propios gobernadores del PRI sobre su candidatura y su arrogancia, entonces nadie puede descartar que Peña, antes del registro ante el Instituto Federal Electoral como candidato presidencial pueda contraer una enfermedad que lo imposibilite para continuar… En estos dos meses venideros todo puede ocurrir, hasta un candidato sustituto”.
Sin dudas muchos mexicanos pueden ser guiados por ese análisis, pero muchos otros nos resistiremos. Veamos, muy respetuosamente, qué tan certeros han sido estos análisis. La misma analista publicó el 29 de octubre pasado el análisis titulado “El enigma de Beltrones”, y discurriendo con lupa en mano por todo el texto (como lo hace AdQat en sus análisis del discurso político en el noticiero de Carmen Aristegui) se puede ver que algo falla.
Por ejemplo, en los últimos párrafos de El enigma Beltrones, aventura: “La pregunta sigue siendo si entre ellos ya existe algún acuerdo, de ser así él único que tiene algo que perder es Beltrones, pues echaría por la borda todos los puntos que ha logrado a su favor en estos cinco años como senador.
“Para Beltrones esta es su oportunidad para ser presidente de la República, en cambio, Peña Nieto puede tener otros momentos, por ello, de haber un acuerdo y ser todo una farsa el único y gran perdedor sería Beltrones Rivera.
“Para saber si esto es una farsa o no, quedan un par de semanas. Las verdaderas intenciones del sonorense se sabrán al tiempo”.
Y lo que ocurrió después, el 17 de diciembre, fue que Peña Nieto recibió su constancia como candidato presidencial del PRI, es decir, falló aquel análisis que hablaba de la oportunidad de Beltrones para ser presidente de la República, lo cual –en estricto rigor—  por supuesto que merece el sonorense y será dentro de seis años.

LOS MEDIOS Y LA POLÍTICA
Desde luego, se vale, siempre ha sido así aunque no coincida con el principio de la imparcialidad periodística, que los medios de comunicación tomen posiciones ante Las Sucesiones Presidenciales. Así se ha hecho desde que los tories (conservadores) y los whigs (liberales) inventaran el sistema político en la Inglaterra de mediados del Siglo XVII, al que a principios del XX se incorporaran los laboristas.
Y en México, la prensa ha influido en la política prácticamente desde que en 1539 introdujera la imprenta fray Juan de Zumárraga y luego en 1722 surgieran La Gaceta de México y Noticias de la Nueva España, dirigidas por el doctor Juan Ignacio de Castorena y Ursúa. El 20 de diciembre de 1910 Hidalgo fundó en Guadalajara el periódico El Despertador Americano, dirigido por el doctor Francisco Severo Maldonado, reprimido luego por el virreinato.
Benito Juárez favoreció la libertad de expresión, Porfirio Díaz apoyó la aparición de El Imparcial, con los primeros linotipos, cuerpo de reporteros y venta de publicidad. José Joaquín Fernández de Lizardi, a través de El Pensador Americano de 1812, se pronunció por la abolición de la esclavitud y José María Morelos fundó El Correo Americano del Sur.
Durante la intervención francesa (1862-1867) apoyaron a Juárez Francisco Zarco, Guillermo Prieto e Ignacio Ramírez.
Porfirio Díaz asumió la Presidencia en 1876 y se enfrentó a un periodismo hostil y aceleró el mercantilismo, al preferir imitar a Juárez y a Sebastián Lerdo de Tejada y favorecer económicamente a la prensa en lugar de reprimirla, aunque lo tendría que hacer cuando se acercaba su final antes de 1911.
El radical Regeneración fue fundado por los hermanos Jesús y Ricardo Flores Magón en 1900, atacó lo mismo a don Porfirio que a Madero y cerró en 1918, a dos años de que saliera El Universal, fundado el 1 de octubre de 1916 por Félix F. Palavicini. El 18 de marzo de 1917 vio la luz Excélsior de Rafael Alducin,  los periódicos más importantes hasta la efímera transición del 2000.
Ambos hicieron su parte. El Gran Diario de México con Juan Francisco Ealy Ortiz, quien asumió la dirección general en 1969, apoyó a todas las corrientes políticas desde las elecciones presidenciales de 1982, 1988, 1994 y 2000 y trató de mantener un equilibrio que no pudo sostener desde 1997 con Vicente Fox, mientras que El Periódico de la Vida Nacional entró en crisis desde que en 1976 fuera desalojado de él Julio Scherer García y terminara “expropiado” en 2006. El 16 de noviembre de ese año sería asesinado su último director cooperativista José Manuel Nava Sánchez.
No se puede negar pues, la influencia de los medios de comunicación en la caída del PRI en el 2000, como tampoco se podrá negar en la recuperación de este partido, al volver a Los Pinos en 2012

FENÓMENO MUNDIAL
Pero esto no es privativo de México, es un fenómeno mundial, como en España en los pasados meses de mayo y noviembre en que las elecciones prácticamente borraron del mapa político al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y los más importantes periódicos, como El País, ABC, El Mundo y otros, derramaron sus elogios en el conservador Mariano Rajoy, con la esperanza de que frene el caos económico en que está inmersa esa nación, aunque sus primeras acciones han sido contrarias: dramática alza de impuestos a la pobreza.
Otro ejemplo: Barack Obama, en su campaña presidencial de 2008, contó con la simpatía de los más importantes periódicos de Estados Unidos, como The Chicago Tribune, que cuatro años antes había apoyado la relección de George W. Bush, y The New York Times, The Washington Post y Los Angeles Times.
John  McCain no solo contó con el apoyo de aquellos que habían simpatizado con Kerry cuatro años atrás, como The Corpus Christie Caller-Times y The Daily Press of Newport, sino que también se embolsó a The Wall Street Journal y USA Today.
En México no es común este tipo de ejercicios periodísticos, el que hace en estos momentos lasucesionpresidencial.blogspot.com, a ningún redactor se le permiten este tipo de iniciativas: las de investigar y publicar qué periódicos apoyan a tal o cual candidato.
Así que no es extraño que El Universal se divida entre los políticos del PAN y el PRI, resentido con este último partido desde la trágica desaparición de Luis Donaldo Colosio; Excélsior , Reforma y Milenio apuestan por el conservadurismo; Y La Jornada y Proceso, le van a la izquierda de Andrés Manuel López Obrador; la otra sabiamente la consideran artificial.
Otro escenario real es que la mayoría de los grandes medios impresos no están con Peña Nieto. Por eso no extrañará la nueva política de comunicación social que operarán algunos cerebros que estuvieron con Ernesto Zedillo y que será sorpresiva para muchos. Por cierto, Zedillo persiguió a uno de esos medios por las mismas razones.

EL “¡NO SE HAGAN BOLAS!” CABALGA DE NUEVO
Ya Juan Rulfo y su Llano en llamas, y su paisano Agustín Yáñez en sus Tierras Flacas (eran las mismas) ponderaban aquello de “¿para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo?” Carlos Salinas de Gortari, cuando Manuel Camacho Solís, Pedro Azpe Armella, Patrocinio González Garrido o Jorge Carpizo McGregor, le preguntaban quién sería el sucesor de Luis Donaldo Colosio, estando a su lado José Córdova Montoya y Ernesto Zedillo, les respondía: “¡No se hagan bolas!”
Mientras los comentarios periodísticos enfrentan a Peña con Manlio un día sí y otro también, y ahora hasta quieren enfermar al mexiquense para que no llegue a finales de marzo a registrarse ante el Instituto Federal Electoral como candidato presidencial, y luego del tropiezo de la Feria Internacional del Libro y lo que le siguió, el “¡No se hagan bolas!” vuelve a cabalgar de nuevo.
Desde el ya lejano 21 de agosto, en que en un hotel de Morelia hubo una cena de Enrique Peña Nieto con senadores de su partido, encabezados por Manlio Fabio Beltrones, les dijo el mexiquense: “No se hagan bolas”. Ante las elecciones de 2012 “no habrá rupturas ni división en el PRI”. Manlio Fabio diría aquella ocasión: “Pase lo que pase, nos mantendremos unidos en el PRI”.
Por si aquello no fuera poco, el pasado 15 de diciembre dijimos en este espacio, titulado Nerviosismo, que “el arte de tragar sapos sin hacer gestos tuvo su máxima expresión con la serena reacción de Enrique Peña Nieto a la lapidaria sentencia de Carlos Fuentes.
“Sin embargo, eso no calmó el nerviosismo del priísmo que tuvo que reunirse de emergencia a analizar los ‘daños colaterales’, y se revisó todo: desde ‘la mano que meció la cuna’ en 2006, hasta Guadalajara, la prole, el salario y la tortilla, en cuyos episodios brinca una ‘sospechosista’ coincidencia: la presencia de tres españoles mediáticos.
“Fue en una comida privada este martes (13 de diciembre), en lujoso hotel frente a las rejas de Chapultepec, antes custodiadas por dos leones, donde los líderes priístas del momento intercambiaron puntos de vista no aptos a la confidencia. Estuvieron Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones y Pedro Joaquín Coldwell, así como la bancada en el Senado.
“No, no creemos que se haya hablado del plan B que los adversarios quisieran. Aunque, hipotéticamente hablando, aún en ese caso –por ejemplo, con Manlio Fabio— el PRI se mantiene en las encuestas, como la de Mitofsky, por encima de sus adversarios; más que López Obrador sobre Calderón hace seis años.
“Pero sí se preguntaron por la coincidencia que existe en el siguiente dato duro: En 2006, precisamente cuando López Obrador superaba con gran ventaja a Calderón, surgió la campaña del asesor del Partido Popular español e incorporado a la campaña panista, Antonio Solá, quien acuñó la frase decisiva: ‘AMLO es un peligro para México’.
“Esta vez, fueron dos periodistas españoles –Jacobo García, de El Mundo; y Salvador Camarena, de El País— los que zancadillearon (queremos pensar que involuntariamente) al mexiquense, con las preguntas sobre los libros y el salario mínimo.
Dada la nueva moda del conservadurismo en España, donde los medios privilegiaron a Mariano Rajoy y disminuyeron a Alfredo Pérez Ruvalcaba, del PSOE, desde el 22 de mayo pasado en que cambió abruptamente el mapa político español, se medita si hay alguna relación profesional o de amistad entre Solá y los corresponsales ibéricos.
“Lo que sí es real es que existe una campaña de los adversarios ‘para bajar de la campaña’ a Peña Nieto, aseguró en esa reunión el ex gobernador quintanarroense, Pedro Joaquín, y lo dicho arriba es una ‘línea de investigación’.
“Mientras tanto, Peña Nieto recibió la confirmación del apoyo priísta y se dijo estar preparado para entrar de lleno a la batalla político-electoral y sus crueldades, que iniciará dentro de pocos días”.

¡Feliz Año Nuevo 2012!

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