LA SUCESIÓN PRESIDENCIAL: COLOMBIA DICE ADIÓS AL SECUESTRO

Cifras no oficiales dicen que en México se registraron hasta 45 secuestros al día durante 2011 (16 mil 425 en el año)… Este domingo el país campeón mundial del secuestro, Colombia, lo da por terminado.

A pesar de que algunas regiones del planeta aún sufren la barbarie –como en el Sáhara Occidental, al norte de África, frente a costas portuguesas y canarias, abandonado por España y flagelado por Marruecos, Mauritania y Francia— ya no es como en 1935 cuando Enrique Santos Discépolo escribiera desde El Plata:

Que el mundo fue y será / una porquería, ya lo sé. / En el quinientos seis / y en el dos mil, también.

Este domingo apareció en el portal de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) una Declaración Pública Sobre Prisioneros y Retenciones, emitida por su Secretariado del Estado Mayor Central y fechada el día de hoy desde las montañas de Colombia.

Desde luego, ese mundo de Santos Discépolo se regocijó, aunque una parte le dio la razón: Ignoraron la noticia los periódicos Le Monde de Francia, Corriere dela Sera de Italia, Der Spiegel de Alemania. En Bolivia, Los Tiempos y El País; En Brasil, O Globo y Extra (pese a que las FARC agradecen a Dilma su apoyo), Diario 21 de Chile y Cuba no editó hoy domingo en el portal de Granma.

La algarabía iniciada en El Tiempo y los demás rotativos colombianos se extendió principalmente a los periódicos españoles, en cuyo país todavía se lucha por terminar con el ETA, quien hace poco dijera adiós a las armas, pero no termina de disolverse: El País, ABC, La Razón, Vanguardia, El Periódico, todos festejaron la noticia. Igual ocurrió en Argentina, con Clarín y La Nación; en Brasil, con Folha de S. Paolo; La Tercera, de Chile; El Universal y El Nacional de Venezuela, y El Universal y La Jornada, en México.

UN POCO DE HISTORIA

Desde los años 1,500 y 700 A.C., el “plagium”, como se denominó en el imperio romano, empezó a escribirse quizá la página más trágica de la humanidad. Según Homero, Helena de Troya, arrancada de los brazos de su esposo Menelao por París, el hijo del rey Príamo; el plagio del joven Julio César, que después decapitaría a sus plagiarios; o uno de los artilugios de El Arte de la Guerra, de Sun Tzu, hasta el Síndrome de Estocolmo de 1973 cuando una rehén besara a su secuestrador, como ocurrió al año siguiente con Patricia Hearst, la secuestrada hija del magnate periodístico William Randolph Hearst, por el Ejército Simbionés; y el secuestro del campeón mundial de ajedrez Bobby Fischer; hasta el de Fernando Martí en 2008, y muchos otros, escriben largos capítulos de este dolorosísimo flagelo.

En México, en los 50 años, el secuestro ha evolucionado a grandes pasos. Durante los años 60 y 70s del siglo pasado, los grupos guerrilleros plagiaban políticos y empresarios, por dinero y publicidad. Lo ilustran los casos de Julio Hirschfeld Almada, director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, en 1971, por el Frente Urbano Zapatista; el del candidato a gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa Figueroa, en 1974, por la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del Partido de los Pobres de Lucio Cabañas; y el intento fallido contra Margarita López Portillo, en 1976, por la Liga Comunista 23 de Septiembre.

Otros casos: Eugenio Garza Sada, Fernando Aranguren, Margarita Saad, Brianda Domecq, Fernando Senderos, Juan Bosco Gutiérrez Cortina, Joaquín Vargas, Jorge Espinosa Mireles, Alfredo Harp Helú, Ángel Losada, José Antonio Porrúa, Eliot Margolis Freedman, Jorge Sekiguchi y Diego Fernández de Ceballos, plagiado este último el 14 de mayo del año pasado y liberado siete meses, por causas aún desconocidas pero que analistas agudos ubican en La Sucesión Presidencial. Entonces los plagios eran ocasionales, hoy son hasta 45 al día, que en volumen contabilizan más de 16 mil durante el año de 2011.

Dice el Consejo Para la Ley y los Derechos Humanos (CLDH) que a partir de 2003, México –que en su opinión ocupa el primer lugar mundial en este delito-- ha sido brutalmente golpeado por el drama del secuestro, cuyo incremento se elevó en un 300% con respecto al año 2002 y anteriores. Otras mediciones conceden esa categoría a Colombia.

Durante 2007, dice el Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Inseguridad (ICESI) se denunciaron un millón 578 mil680 delitos, pero con base en la información de las Encuestas Nacionales Sobre Inseguridad —ENSI—, se estima que se cometieron cerca de 13 millones 200 mil delitos (reconociendo que se registran tan sólo 12 por cada 100 delitos que se cometen). De éstos, a partir de las ENSI del ICESI, se calcula que el 0.05% son secuestros, tanto tradicionales como exprés, es decir seis mil 500 durante 2007 (denunciados y no denunciados ante las autoridades), lo que equivaldría a poco más de 17 secuestros al día en el país.

CIFRAS NO OFICIALES
Cifras de organismos no gubernamentales, que no coinciden con las oficiales, revelan el alarmante incremento de este delito:

Año secuestros

2007 731

2008 9 ,855

2009 11,680 32 al día

2010 13,505 37 al día

2011 16,425 45 al día

La autoridad sólo recibe la denuncia formal de uno o dos casos por cada 10. Hay una impunidad del 90 % por lo que el secuestro resulta un negocio ilegal muy rentable, ante la casi nula posibilidad de ser llevado a juicio.

En los 90s (cuando el promedio que pedían era de cinco millones de pesos y hoy se ha duplicado) se mantuvo un estándar de modus operando, a partir de 2000 cambió y las prácticas policiacas para enfrentar el plagio se retrajeron por la “peligrosa sociedad entre policías y delincuentes”, dice este organismo.

Otro factor a favor de la criminalidad es la alta tecnología a su alcance. Espían con micrófonos GSM, compran bases de datos bancarios, falsean voces y llamadas inrastreables, como en el caso Fernando Martí en que participaron cinco bandas altamente sofisticadas, compartiendo información criminal y policial. Desde septiembre del 2005, el CLDH alertó sobre la participación de la policía en los secuestros.

Antes la víctima era retenida hasta un año y hoy, en promedio 25 días. Para tomar el rescate, las bandas han roto operativos de hasta 100 elementos policiacos.

Policías, asignados a investigarlo, apoyaron a Daniel Arizmendi, "El Mocha Orejas", en lo que llamaban “La mexicaneada”, consistente en robar el rescate, como el asesino de joven Martí que confesó haberlo matado al no recibir el pago.

Entre La Familia Michoacana, Los Zetas y Los Pelones, iniciaron los levantones para calentar la plaza, no solo obligando la intervención de las Fuerzas Armadas, sino para limpiarla, desapareciendo rivales; 22 mil 875 en los últimos tres años; siete mil 433 en 12 meses.

Profesores, jornaleros, comerciantes, desempleados, mujeres dedicas al
hogar, cualquiera pues, puede ser y ha sido blanco de estas acciones.
EL 75% lo componen hombres de entre 20 a 45 años de edad, 10% mujeres de
entre 20 y 35 años, el 15% restante está compuesto por jóvenes menores de
19 años de edad.
El 60% de los casos ocurren en Tamaulipas, Chihuahua, Sonora, Sinaloa,
Nuevo León, el resto ocurre en todo el país.
Se afirma que 90% de los casos no tienen qué ver con el narco, pero para no investigar a fondo, las autoridades adjudican los levantones a los cárteles.

Tan sólo en el Distrito Federal, se cometen en promedio 677 secuestros exprés cada 24 horas. La víctima es privada durante un lapso que va de seis a 14 horas y el botín por caso llega a los seis mil pesos. Los taxis son empleados en esta modalidad en el 85% de los casos, 10% ocurre en agravio de peatones sin intervención de vehículos y el 5% restante, interviene un auto particular.

En esta modalidad se estima que el 50% es cometido por policías y ex policías.
Algunas bandas llegan a realizar hasta seis secuestros en un día y resulta uno de los delitos más complejos de atacar.

CUALQUIERA PLAGIA A CUALQUIERA

Cualquiera puede secuestrar a cualquiera: una joven plagió porque quería pagar una cirugía cosmética y otra, que era estéril, mató a martillazos a una niña de nueve años para robarle a su hermanita de meses en el estado de México; o el hijo de un franelero que fue plagiado por dos mil pesos. Sin embargo, en dos años, otro tipo de plagiarios obtuvo seis mil 750 millones de pesos, y según el ICESI, cinco de cada 100 víctimas son mutiladas y asesinadas nueve de cada 100, dato reportado también por CNN.

El ICESI dice que según datos de la empresa británica de seguros Hiscox, después de Colombia, México ocupa el segundo lugar en el mundo en este delito (Ahora pasará al primero, al declararse el fin del secuestro en el país de Bolívar). Detrás aparecen otras naciones del continente como Brasil, Venezuela, Ecuador, Guatemala, El Salvador, Argentina, Perú y, a continuación países de otras latitudes como Rusia, Filipinas, Nigeria, India y Sudáfrica.

Hiscox calcula como la estimación más realista que se cometen entre 20 mil y 30 mil secuestros por año en el mundo. Quizás lo más desalentador es que nueve de cada 10 secuestros en el mundo se cometen en tan solo 10 países y, de éstos, las tres cuartas partes en Latinoamérica, convirtiéndola en la región de más alto riesgo.

Un reportaje de Univisión dice que Los Zetas dominan el secuestro en México, grupo al que pertenece el 50% de los detenidos, según la Secretaría de Seguridad Pública federal (SPP), que explica que el 30% de las personas que se arresta por dedicarse al plagio, tiene algún vínculo con una organización narcotraficante.

También La Familia-Los Caballeros Templarios, el Cártel del Pacífico-Beltrán y el cártel de los Arellano Félix.

En conclusión, el secuestro: 1) Se ha convertido en uno de los más grandes temores de los habitantes de México. 2) Rompe con dos garantías individuales consagradas en la Constitución: la libertad de transito y la protección de las leyes frente a los castigos aceptando solo los impuestos por las autoridades. 3) El Código Penal le impone diferentes penas en relación con sus posibles variantes. 4).- Lo agrava la posible mala administración de la justicia y la inefectividad policiaca. 5) Y su posible solución, está muy lejana... Aunque Colombia parece haberla encontrado.

LO SORPRENDENTE

Es lo surgido en Colombia este domingo 26 de febrero, a pesar de que el presidente colombiano, Manuel Santos, haya dicho que el anuncio de la guerrilla “es un paso importante y necesario, pero no suficiente”.

El mandatario colombiano había dicho en días pasados que terminar con los secuestros y liberar a los rehenes eran condiciones mínimas indispensables para poder sentarse a negociar una paz definitiva. Las FARC respondieron con el cese a los secuestros y la liberación de todos sus rehenes.